Here we go again!

Creo que he fallado miserablemente en tratar de escribir en este blog aunque sea una vez a la semana. He estado ocupada filmando películas, leyendo libros y estudiando. (Y entre medio de todo trabajar para poder ganar dinero y poder pagar las cuentas) Sin embargo, esta semana descubrí algo que me encantó y me renovó el interés de poner lápiz al papel o pues, para estos tiempos tecnológicos, dedos en el teclado de la computadora. (este último suena mucho menos romántico que el lápiz y el papel, pero creo que algún día nadie sabrá lo que es usar el lápiz y el papel...) Volviendo al tema de lo que descubrí que me trajo aquí de nuevo. Descubrí Netflix. Mejor dicho, re-descubrí Netflix. Y bueno el suscribirme a Netflix para probarlo me recordó lo que era ser miembro de Netflix hace unos años atrás. Tener al alcance de la mano practicamente millones de títulos de películas que no he visto y que sé que debo ver antes de morir. Netflix es adictivo por su sistema de recomendación propietario. Así me mantuvo despierta hasta las 2AM escogiendo películas. Al final tuve que obligarme a despegarme de la pantalla de la computadora e irme a dormir. ¿Y cómo llegamos de Netflix a mi blog? Pues que Netflix me acordó de las películas que quería ver y pensar en las películas que tengo que ver me acordó que me gusta pensar sobre las películas que veo para aprender de ellas (pues claro porque soy productora) y pues que este blog se supone que fuera para hablar sobre una película diferente todas las semanas. Puede ser una película nueva o vieja, de horror o de comedia, un largo o un corto, considerada una basura o galardonada. No discrimino. Sinceramente quiero ver todo tipo de películas para aprender de ellas y así mejorar en mi trabajo de producir. Así que reanudo la misión de escribir una vez a la semana un blog sobre una película. Esperemos que me vaya mejor que la primera vez...